lunes, 17 de abril de 2017

Vivian Maier

Fotografía
Vivian Maier 
Vivian Maier (Nueva York, 1 de febrero de 1926 - Chicago, 21 de abril de 2009) fue una fotógrafa estadounidense aficionada que trabajó como niñera en Chicago durante cuatro décadas.
Sus padres, refugiados judíos, fueron la francesa Maria Jaussaud y el austríaco Charles Maier.
Pasó su infancia entre Francia y Estados Unidos. Hacia 1930, fue abandonada por su padre. Junto a su madre convivieron una temporada con una pionera de la fotografía, la surrealista Jeanne J. Bertrand; es posible que ahí naciera su interés y su vocación.
 En 1951, con 25 años, se mudó a Nueva York y en 1956 a Chicago, donde pasó la mayor parte de su vida.
Maier no revelaba muchos de sus carretes porque no se lo podía permitir. Solo tomaba fotos sin descanso y sin que pareciera importar el resultado final.
También coleccionaba libros de arte y las esquelas de los periódicos. De una de ellas sacó el relato de una de sus películas en Super 8: la historia de una madre y un hijo asesinados. Maier fue con su cámara y rodó primero el supermercado donde la madre trabajaba; luego, la casa donde vivía con el hijo, y así, uno a uno, todos los lugares en los que ellos habían estado. En una de las cintas que el coleccionista John Maloof encontró, Maier había filmado su idea del paso de la vida:
Tenemos que dejar sitio a los demás. Esto es una rueda, te subes y llegas al final, alguien más tiene tu misma oportunidad y ocupa tu lugar, hasta el final, una vez más, siempre igual. Nada nuevo bajo el sol. 2 3
En 1959 viajó sola a Egipto, Bangkok, Tailandia, Taiwán, Vietnam, Francia, Italia e Indonesia. Vivió en Rogers Park y fue niñera de una familia de North Side en Chicago.
John Maloof resume la descripción que hacían de ella algunas personas a las que cuidó cuando eran pequeñas:
Era socialista, feminista, crítica de cine y campechana. Aprendió inglés yendo al teatro porque le encantaba. Solía llevar chaqueta de hombre, zapatos de hombre y un sombrero grande. Estaba tomando fotografías todo el tiempo y luego no se las enseñaba a nadie.
Hacia el final de su vida, quedó sin vivienda pero los tres hijos Ginsberg a los que había cuidado de niños le pagaron el alquiler de un apartamento y cuidaron de ella hasta su fallecimiento en 2009.
En diciembre de 2008, cuando caminaba sobre hielo, se cayó y golpeó en la cabeza. Fue llevada a una residencia de ancianos en Oak Park donde falleció cuatro meses después, a los 83 años.

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